
Mencionábamos anteriormente que una persona con carácter es la persona que lo que hace, piensa y dice va en completa armonía. Estas personas puede que no tengan otras cualidades, pero son personas que inspiran y su compañía siempre es grata y nos hacen querer ser mejores.
Estas cualidades son deseables en todas las personas, queremos una pareja sí, trabajadores así, colaboradores así y amigos así. Nosotros queremos ser así. Y lo bueno de eso es que podemos desarrollar esas habilidades que desembocan en una personalidad de carácter. La forma más eficaz es a través de un coaching efectivo: proceso mediante el cual una persona se reinventa, desarrolla su potencial y reestructura su mapa de la realidad.
Este proceso consta de sesiones de modificación de estructuras mentales y de planteamiento de objetivos que apuntan a un crecimiento y desarrollo humano, cuyo fin sea la redefinición de uno mismo. El carácter se puede desarrollar y se puede aprender a ser una persona con la que todos quieran compartir: las personas íntegras no abundan y son muy necesarias.
El proceso de coaching tiene una estructura ordenada que utiliza herramientas de la psicología principalmente y las aplica en un proceso esquemático donde una persona consigue habilidades a través de un aprendizaje con retroalimentación.
Cuando el coaching usa herramientas lingüísticas, de la psicología y de la Programación Neurolingüística, en un marco de valores y con un sentido de vida asegura a las personas desarrollar un carácter en consonancia con ellas mismas y con su escala de valores y su sentido de vida. Conócelo y no te arrepentirás.
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