Hay quienes ponen en el éxito todas sus esperanzas, lo convierten en su prioridad y cuando esto ocurre sólo dos cosas pasan con estas personas: se frustran cuando se dan cuenta lo efímero que es o necesitan mantener una carrera constante en busca de más éxito y reconocimiento porque si no se sienten vacíos.
El éxito es una estación en el camino, del cual podemos aprender tanto como del fracaso, es la consecuencia en la gran mayoría de veces del trabajo duro y de una planificación adecuada. Los factores del éxito son variados, pero siempre requieren creer en lo que se hace, insistir y saber ser flexible al entender las diferentes circunstancias del camino.
Muchos de los que conciben a la vida como una lucha, visualizan el éxito como una batalla ganada y al fracaso como una derrota. Otros ven la derrota como información y el éxito como una dulce parada en el camino de la vida. ¿Cómo entiendes tú el éxito en tu vida?
La próxima vez que tengas una meta, quizá puedas pensar un poco en lo que significa para ti ese logro y cómo encaja en tu vida y sobre todo, quiénes disfrutan contigo ese éxito. Lo que le da sabor y vida al éxito, es el condimento que le ponen las personas que te aprecian y celebran contigo esa etapa en tu vida.
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