Hay muchas formas de clasificar el dolor, vamos a empezar por las más comunes, ya que son clasificaciones y palabras que encontrará o escuchará muy a menudo.
Cuando el dolor es un estímulo que es detectado por las terminaciones del sistema nervioso central, se denomina dolor neuropático. Esto debido a un daño o herida de algún órgano interno o externo del cuerpo. El otro dolor es el neuroceptivo y éste se divide a su vez en dos, somático y visceral. Si se localiza en alguna parte específica del cuerpo debido a una excitación anormal de los receptores del dolor se denomina así y si su localización es vaga, profunda y sin una causa obvia es el visceral.
Si el dolor responde a una lesión particular es de tipo agudo, pero si persiste en el tiempo y no hay una herida o daño específico que lo explique, se denomina dolor crónico. Muchas veces este dolor está asociado a pacientes con cáncer, fibromialgia, artritis, reuma, etc; hay que considerar que muchas veces el dolor pasa a ser el mayor problema, más que el padecimiento mismo.
El dolor puede ser irruptivo si es intermitente o continuo, de intensidad leve, moderada y severa y puede responder a cierto tipo de medicación. La más básica son los analgésicos hasta la más potente que está basada en los opiáceos.

Según la OMS, 1 de cada 5 personas sufre de algún tipo de dolor, esto incluye quienes padecen de migrañas, jaquecas, dolores abdominales sin causa orgánica, dolor de cuerpo, contracturas musculares frecuentes y demás, todos estos suponen una relación estrecha con el dolor, su sintomatología y su tratamiento. En este aspecto, las personas prefieren tratar su dolor con diferentes y muchos analgésicos y esto los va convirtiendo en dependientes a ellos, como el cuerpo desarrolla tolerancia requieren cada vez más dosis o medicamentos más fuertes, lo que culmina en un problema de salud mayor.
Continuamos en la siguiente entrega. No dude en escribirnos si tiene algún comentario o duda.
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