
Hoy día encontrar un buen puesto de trabajo es una tarea compleja en parte por la gran competencia que existe. Muchos profesionales que egresan de las universidades y otros, ya con experiencia, andan buscando nuevos desafíos en su vida. Sin mencionar el aspecto económico del mercado, la oferta y demanda, la paradoja de la experiencia como requisito y demás. Por otra parte hay quienes se encuentran en el dilema de estar en un empleo estable, pero sin que llene las expectativas personales o profesionales y el lanzarse a buscar nuevos horizontes tiene el costo de perder la estabilidad que se tiene.
Ante estas paradojas hay una tendencia entre las empresas cuando reclutan nuevos valores y colaboradores. Con el advenimiento de los aportes de la inteligencia emocional a la administración de empresas, ahora el valor agregado de los colaboradores se centra en ser proactivos, con conocimiento, deseos de aprender y aportar, personas seguras de lo que hacen y que estén dispuestas a arriesgar, personas seguras de sí y dispuestas a equivocarse asumiendo sus errores; personas que aportan soluciones y anticipan problemas; personas cuya energía esté en la planificación más que en la rectificación y si hay que hacerla, la hacen con miras a corto, mediano y largo plazo.
La PNL ofrece una manera de convertirse en un candidato idóneo, empezando por el desarrollo de la inteligencia emocional y habilidades creativas y sociales. Consta de varias fases, presentaremos hoy la primera: la imagen que tengo de mí mismo.
¿Cómo me visualizo siendo un profesional?, ¿cuál es mi valor y qué puedo aportar a una organización?, ¿cuáles son las habilidades y capacidades que me hacen útil y sobrsealiente por encima de los demás por lo que me podrán contratar? No se trata sólo de mis cualidades, se trata de mis competencias y aportes, de mi iniciativa, de mi capacidad de trabajar en equipo y bajo presión, de mi creatividad, de mi habilidad para manejar conflictos y de cómo mercadeo mis ideas y aportes.
Las empresas hoy día cada vez valoran más las habilidades conductuales que identifican a los colaboradores por encima de los demás, todavía importa más que el conocimiento o la experiencia per se; la cuestión es no sólo saberlo sino saber hacerlo, esto se llaman competencias.
Para llegar a donde quiero llegar preciso saber dónde estoy y con qué cuento para llegar; estas preguntas me ubican en el punto de partida. Mañana continuaremos con las otras fases de este plan de neuromarketing.
Ante estas paradojas hay una tendencia entre las empresas cuando reclutan nuevos valores y colaboradores. Con el advenimiento de los aportes de la inteligencia emocional a la administración de empresas, ahora el valor agregado de los colaboradores se centra en ser proactivos, con conocimiento, deseos de aprender y aportar, personas seguras de lo que hacen y que estén dispuestas a arriesgar, personas seguras de sí y dispuestas a equivocarse asumiendo sus errores; personas que aportan soluciones y anticipan problemas; personas cuya energía esté en la planificación más que en la rectificación y si hay que hacerla, la hacen con miras a corto, mediano y largo plazo.
La PNL ofrece una manera de convertirse en un candidato idóneo, empezando por el desarrollo de la inteligencia emocional y habilidades creativas y sociales. Consta de varias fases, presentaremos hoy la primera: la imagen que tengo de mí mismo.
¿Cómo me visualizo siendo un profesional?, ¿cuál es mi valor y qué puedo aportar a una organización?, ¿cuáles son las habilidades y capacidades que me hacen útil y sobrsealiente por encima de los demás por lo que me podrán contratar? No se trata sólo de mis cualidades, se trata de mis competencias y aportes, de mi iniciativa, de mi capacidad de trabajar en equipo y bajo presión, de mi creatividad, de mi habilidad para manejar conflictos y de cómo mercadeo mis ideas y aportes.
Las empresas hoy día cada vez valoran más las habilidades conductuales que identifican a los colaboradores por encima de los demás, todavía importa más que el conocimiento o la experiencia per se; la cuestión es no sólo saberlo sino saber hacerlo, esto se llaman competencias.
Para llegar a donde quiero llegar preciso saber dónde estoy y con qué cuento para llegar; estas preguntas me ubican en el punto de partida. Mañana continuaremos con las otras fases de este plan de neuromarketing.
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